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domingo, 11 de marzo de 2012

REVACUNACIÓN CONTRA LA MENINGITIS C


La semana pasada recibimos una comunicación de D. Miguel A. Martos Monereo, Enfermero de nuestro Centro de Salud, en la que se nos informaba a las familias con hijos/as nacidos/as en los años 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004, que iban a ser revacunados/as contra la meningitis C. Ya hay cursos que han sido revacunados, pero ¿cuál es el motivo de esta decisión?.
La Consejería de Salud ha decidido dispensar una dosis de 'recuerdo' de la vacuna contra la meningitis C a los/as niños/as nacidos/as en estos años, que fueron vacunados/as en su día en función de un protocolo que más tarde, en 2006, se modificó buscando una mayor efectividad del fármaco.
Esta decisión se ha adoptado tras la alarma creada a raíz del brote de meningitis C de Mairena del Alcor, donde han fallecido tres jóvenes.
La vacuna de la meningitis C se introdujo en el calendario obligatorio en el año 2000 en tres dosis que se administraban a los 2, 4 y 6 meses de vida del bebé. Posteriormente, en 2006, los expertos en materia de salud advirtieron de que su efectividad era mayor si la última dosis se retrasaba hasta los 15 meses, por lo que se modificó el calendario oficial.
 ESTA REVACUNACIÓN PRETENDE EVITAR EL RIESGO DE CONTRAER ESTA ENFERMEDAD.
El riesgo de infección por meningitis C disminuye a medida que aumenta la edad, casi desaparece a partir de los 20 años.
La meningitis es una inflamación de las meninges, una de las cubiertas o membranas que envuelven al sistema nervioso central. Esta inflamación puede originarse por muchas causas, pero la más frecuente es la infección producida por bacterias y, dentro de éstas, por el meningococo o Neisseria meningitidis. Existen hasta doce tipos distintos de meningococo, pero son las cepas B y C las que producen un mayor número de casos.
El meningococo vive en la garganta de una de cada diez personas, pero sólo un porcentaje muy pequeño de éstas desarrollará la enfermedad debido a una situación, permanente o temporal, de defensas bajas en el organismo. Es decir, que la bacteria pasa de persona en persona sin producir meningitis hasta que llega a alguien predispuesto para desarrollarla. No obstante, cuanto menor es la edad de la persona, mayor es el riesgo que tiene de padecer cualquier tipo de meningitis.

La única vía de contagio es que el meningococo se transmita de garganta a garganta a través de las gotas de saliva y siempre mediante un contacto personal prolongado y próximo, nunca a través de objetos. Además, la enfermedad no se produce por una o dos bacterias, sino que es necesaria la presencia masiva de los gérmenes durante un tiempo suficiente. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el meningococo circula con mayor facilidad en invierno y principio de la primavera.
Dolor de cabeza intenso que no remite con analgésicos, fiebre alta también rebelde al tratamiento, rigidez de nuca, vómitos, somnolencia, pérdida de atención y pequeñas manchas rosas o violáceas de distribución irregular son los síntomas característicos de la enfermedad, síntomas que pueden darse de forma conjunta o por separado. Aunque en algunos casos estos indicios pudieran confundirse con una gripe, lo cierto es que los padres deben acudir de inmediato al médico cuando adviertan alguno de ellos. La detección precoz es fundamental para esta enfermedad, cuyo tratamiento con antibióticos la elimina en un 90% de los casos y que en caso de no recibir atención acaba en un alto porcentaje en mortalidad.

1 comentario:

Martita dijo...

Muy buena idea la de recordar la siguiente dosis por el blog del colegio, lo tomaré para mi instituto con vuestro permiso :) aunque no es para la meningitis pero también me sirve
saludos